El Espíritu debe tener muy claro como deben ser las diferentes formas en que va a manifestarse, de ahí surge la Segunda Ley, NADA SE MANIFIESTA QUE NO HAYA SIDO PREVIAMENTE DESEADO, que es como decir “Todo lo que uno cree, es lo que crea como realidad”.
Los Ángeles nos han descubierto la PIRAMIDE DEL EFECTO, que es una Pirámide simbólica cuya base esta sustentada por cuatro fuerzas o energías del Espíritu que hacen posible la creación.
En lo visible, estas cuatro fuerzas son la Atracción, Cohesión, Adhesión y Repulsión, y en lo Invisible, La Voluntad Constructiva, La Imaginación Creadora, La Fe y El Secreto. Y por supuesto todo ello con Valentía y Firmeza, Limpio y Sano, Equilibrado e Irradiado.
1) El Principio de Mentalismo (Ley Universal)
Sostiene que “El TODO” ES MENTE; el Universo es mental (El Kybalion).
Los pensamientos son «cosas», son materia. Se manifiestan en lo exterior. Solo nosotros mismos somos los productores de todo lo que nos suceda. Todo depende del clima mental en que vivimos.
Tenemos libre albedrío de escoger el Bien o el Mal, lo negativo o lo positivo. Lo que esperamos que suceda, lo que decretemos que suceda, sucederá. Lo que neguemos, no ocurrirá.
San Pablo el Apóstol expresó: «Somos transformados por la renovación de nuestras mentes».
Hemos oído decir muchas veces que somos hechos a imagen y semejanza de Dios. Eso significa que somos creadores como El. Dios creó los Universos con su mente. Nosotros creamos nuestro mundo con nuestra mente.
Si cambiamos lo que creemos, cambiamos la posición mental que estamos manteniendo y todo se transformará.
(Fuente: Foro abierto de amigos de camino)
AURI 