HANAEL, regente del mes de Diciembre

(Obra de Miguel A. López Mergalejo)

Este Ángel de los Meses, regido por Laopusem, se traduce del hebreo como “Misericordia de Dios”, según el A.D.A.M.A. es el representante de Diciembre, vibrando su Energía en consonancia con el color violeta o morado, con la gema llamada turquesa y con el perfume de las lilas (símbolo de la Multiplicidad). 

Es el Ángel que hace tener corazón compasivo por las desgracias y agravios ajenos, tanto espiritual como materialmente.

Según el Libro de Samahel, en el cuarto capítulo titulado “¿Qué es el color verde?”, este Ángel “viste de Topacio”, gema que en la antigüedad estaba representada en el Pectoral del Sumo Sacerdote de Israel.

Hanael es el Ángel de la Misericordia tal como su nombre indica, el cual se personó en Paiporta para dictar el Libro de Samahel (pág. 557 del original), haciéndolo en 27º lugar. 

ORACIÓN PARA HANAEL

“La oscuridad ha ido menguando en mi ser y en él se ha ido acrecentando la luminosa llama de la Transmutación. ¡Oh Ángel Hanael! Socorre a los que te necesitan, allana los senderos de los que deseamos Caminar, enjuga las lágrimas de los que sufren ofreciéndonos el néctar de la Misericordia. Amén.

Los aspectos múltiples del hombre he reconocido en mí, y con ello he Sabido que todo ser viviente es YO MISMO. Lloro cuando otro llora, sufro con el sufrimiento de los que me rodean, me entristezco cuando la tristeza se asoma a los ojos de mis Hermanos de la naturaleza, y vivo cuando he sido consciente de la vida que florece por doquier. ¡Oh, Amor de amores! ¡Ojos de la Divinidad! ¡Primavera de la Juventud perdida! ¡Muerte que desemboca en Vida! ¡Sufrimiento que nos hace conscientes, reflexivos y experimentados!
¡Oh, Ángel que anida en los corazones desprotegidos! ¡día de lágrimas y Noche de ensoñaciones irreales! Yo te invoco por el Santo Nombre Indeleble para que tu signo y tu señal sean un bálsamo en mí el cual repartir para los necesitados.

¡Oh, Ángel de los múltiples Aspectos que me conforman, séme propicio para el amor e intolerante con la injusticia! ¡Hazme que sea el albergue para cuantos en mí se desean cobijar, el alimento de los que tienen Hambre, y el Reposo para los que necesitan Descansar. Amén. Amén. Amén.

MES DE DICIEMBRE

(Fuente: Foro abierto amigos de camino)

Recibe su nombre por ser el décimo mes del antiguo calendario romano. En este mes ocurren las fiestas más explosivas y transgresoras de dicho calendario, las Saturnales. Asimismo, el solsticio de invierno, el tiempo cósmico que señala el nacimiento de los dioses solares.

También en diciembre, el día 10, comienza el año solar en el Alto Egipto, pues en esta fecha sucede la máxima crecida del Nilo. Se elige un rey temporal durante tres días, a quien todos deben obediencia, estando permitidas todo tipo de transgresiones e inversiones.

El día 17 dan comienzo las Saturnales, y se prolongan durante siete días, hasta el 24. Originalmente celebradas por los antiguos griegos como Kronia, el festival de Cronos, son fiestas en honor de Saturno que, expulsado por Zeus-Júpiter del Olimpo, se instaló en el emplazamiento de la futura Roma, fundando la ciudad de Saturia. Le acogió un dios más antiguo que él, Jano, el de las dos caras, que presidirá el nacimiento del nuevo año.  

Se libera la estatua del dios de la cinta de lana que lo ciñe durante el resto del año para impedirle abandonar Roma. En la ciudad reina una alegría desmesurada: se suspenden las sesiones del Senado, cierran los tribunales, se da vacaciones a los escolares, aplazan las ejecuciones y se concede libertad a los prisioneros, se realizan sorteos de lotería y juegos de azar, celebran banquetes públicos y se envían regalos unos a otros; las clases sociales se invierten: los esclavos visten las ropas de sus amos y éstos les sirven la mesa, criticándoles aquéllos sin temor al castigo.

Estos días de Saturnales, eran los carnavales de la Antigüedad: una orgía catártica que destruye el orden imperante para volver al Caos primordial que alumbrará un tiempo nuevo.

La armonía primigenia sólo se alcanza por una vía: la inversión. El poder, el sexo, el día y la noche, se invierten y destruyen el orden establecido. La búsqueda del placer frente al trabajo necesario, la inversión de los sexos frente al determinismo biológico y el ejercicio de la libertad caprichosa se instalan en el corazón de esta fiesta cósmica.

El día 21 los fuegos saturnales y la generosidad del vino embriagan los ojos y las mentes. La ciudad se convierte en una república burlesca en la que los más humildes desempeñan cargos públicos, derrocan leyes y son servidos por sus amos sin que puedan ser castigados por ello. Las mujeres retozan en un libertinaje sin fin, sin que por ello pierdan su buena reputación.

El 22, la Saturnalia alcanza su locura más plena entre los ejércitos, que eligen un «rey de las burlas», al que visten con atavíos reales, y prestan a todo tipo de placeres e inversiones; sus deseos son órdenes y disfruta de la vida hasta el límite de sus posibilidades. Pero, al final de la fiesta, se le sacrifica en un altar levantado en honor a Saturno.

Coronando esta vorágine, el día 23 tiene lugar un gran acontecimiento cósmico: el Solsticio de Invierno. El Sol comienza su ascensión, el tiempo de luz irá creciendo desde ahora hasta alcanzar su cenit en el solsticio de verano. Este solsticio de invierno, dedicado también a Jano, es considerado como la «puerta de los dioses», el acceso al reino de la luz. Es el momento de sembrar para, más tarde, en la plenitud del estío, recoger.

En estas fechas, y más concretamente el 25 de diciembre, se sitúa el nacimiento de muchos de los dioses de la antigüedad, así como de hijos y profetas de dios: Adad de Asiria; Adonis, hijo de la virgen Ío, de Grecia; Atis de Frigia; Baal de Fenicia; Buda de India; Divino Maestro de Platón; Fohi y Tien de China; Quetzalcoatl de México; Bremrillahm, de los Druidas; Indra de Tibet; Quirino de Roma; Jesús de Nazaret; Mahoma de Arabia; Mikado, de los sintoos; Monarca Universal de las sibilas; Odín de Escandinavia; Osiris y Horus de Egipto; Prometeo de los cáucasos; Tamuz de Siria y Babilonia; Thor, de los galos; Zoroastro de Persia… entre otros.

Cuando Ra aún gobernaba el mundo, fue advertido de que su hija Nut (diosa de los espacios celestes) era amante de Geb (dios de la Tierra), y de que si en algún momento diese a luz un niño, éste gobernaría la humanidad. Ra les separó interponiendo entre ellos a Shu (el aire). Pero Nut ya estaba embarazada y Ra la maldijo de modo que no pudiera parir en ningún mes del año. Nut solicitó la ayuda de Thot (dios de la sabiduría), quien jugando una partida de damas con Jonsu (dios lunar), consiguió de éste una 72ª parte de cada día del año, con las que compuso cinco días completos que agregó al año egipcio de 360 días. Desde entoces Jonsu no ha tenido suficiente fuerza para brillar a lo largo de todo el mes, por eso mengua y se recupera.

En estos últimos cinco días del año la maldición de Ra queda sin efecto. Y así pudieron nacer Osiris, Horus, Set, Isis y Nefty, comenzando el día 25 con Osiris, cuyo nacimiento fue anunciado por una misteriosa y potente voz que retumbó en el templo de Tebas gritando: “El rey de todos ha nacido”.

El mismo día se celebra el nacimiento de Mitra, dios iranio del cielo y la luz y, más tarde, tutelar de las legiones romanas. Nació milagrosamente de una roca y los pastores fueron los primeros en dirigir sus plegarias al niño desnudo, cubierto tan sólo por un gorro frigio. El culto a Mitra fue asimilado al «Sol Invictus» de la religión siria.

El Deus Sol Invictus («el invencible Dios Sol») fue un título aplicado al menos a tres divinidades durante el imperio romano; El Gabal, Mitra y Sol. El Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado (Dies Natalis Solis Invicti) se celebra después del solsticio de invierno, en alusión al «renacimiento» del sol, del el 22 al 25 de diciembre. Esta fecha fue escogida por el papa Julio I como nacimiento de Jesús, y decretada más tarde por el papa Liberio.

El 26 de Diciembre tiene lugar Hâloa, fiesta helena en la que se venera a la diosa Deméter en su manifestación de campo labrado preparado para la siembra. Mujeres de todas las clases sociales participan en estos festejos, caracterizados por la ostentación de símbolos sexuales, burlas groseras, divertidos chistes y prácticas lésbicas. Coincidiendo con Hâloa, los campesinos celebran las Dionisíacas con procesiones fálicas, mascaradas nocturnas y danzas enloquecidas, ya que el nombre y la historia de Dionisos van frecuentemente asociados al de Deméter.

La llamada Fiesta de los Inocentes, que celebramos el día 28, no es otra cosa que una rememoración y secuela de la Saturnalia, pródiga en bromas e inversiones en las que todo está permitido.

VIOLETA

Mezcla de los colores azul (Consagrado) y rojo (Iniciado), simboliza iniciáticamente “a aquéllos que cumplen sus pactos y los irradian místicamente hacía los demás”. Es el color de la transmutación energética.

Eleva todo aquello que es espiritual y hermoso, purifica y limpia. Simboliza el impulso al sacrificio por un gran ideal.

Color de la templanza, hecho de una igual proporción de rojo y de azul, de lucidez y de acción reflexiva, de equilibrio entre la tierra y el cielo, los sentidos y la mente, la pasión y la inteligencia, el amor y la sabiduría.

El arcano XIV del Tarot, La Templanza, es un ángel que sostiene en sus manos dos vasos, uno rojo y otro azul, entre los que se intercambia un líquido incoloro, el agua vital. El violeta, invisible, es el resultado de este intercambio perpetuo entre el rojo ctónico y el azul celeste. Esta carta es considerada símbolo de la alquimia, de la transformación espiritual, de la reencarnación. La alquimia descansa sobre el concepto de intercambio perpetuo entre el cielo y la tierra mediante la evolución, o ascensión, seguido de la involución, o nuevo descenso; un ciclo de renuevo periódico. El violeta representa perpetuo recomienzo.