Ignora el “ruido” de tu mente y enfoca tus pensamientos a la positividad y el optimismo natural. Vive conscientemente, con la atención puesta en el ser.
Presta mucha atención a tus palabras para que sean correctas y justas.
No critiques, no juzgues, no mientas, no engañes, no manipules a la gente para conseguir algo.
No seas “tibio”, es decir, di «sí» cuando desees decir sí y «no» cuando quieras decir no.
Cumple con tus compromisos, cúmplelos siempre que se pueda, a no ser que exista causa mayor que te lo impida.
Ama y respeta a tus semejantes, a las criaturas vivientes a la naturaleza toda y al planeta que te cobija.
Muestra tu mejor cara siempre, alegría y buen humor en toda circunstancia.
Confía en la Providencia Divina y no en los juegos de azar, ni en los poderes del mundo; confía en Dios y en ti mismo. Pon tu esperanza en Dios Todopoderoso porque «Ese Poder» nunca falla.
Todas las oscuridades que has liberado hasta el momento presente las tienes que transmutar cambiando su polaridad, la polaridad de tus pensamientos, sentimientos y conversaciones y acciones.
Pon de tu parte, camina, y Dios pondrá el resto. ¡Camina y confía!
¡Pero sobre todo! ¡Y por encima de todo! Ama a Dios. Venérale y dale las gracias a diario. Por todo, por lo bueno y también por lo malo; ríndete completamente a ÉL.
(Fuente: Foro abierto de amigos de “camino”)
AURI 
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