Arcano 17 Energía FODEH (“La Estrella”)

ARCANO 17 ENERGÍA FODEH (LA ESTRELLA)

(Fuente: Web de Samahel)

Ángel Místico cuyo nombre procede del hebreo y significa “Liberador”. Su energía FODEH está relacionada con el Arcano Mayor de LA ESTRELLA (el pentalfa de los Magos). Su cuerpo celeste es el planeta Venus, y es atraído con una mezcla de gálbano, esencia de nardo y acacia arábiga quemados sobre carbón. 

Este Mensajero simboliza y otorga fe, inspiración, perspectivas brillantes, discernimiento, acumulación de los conocimientos pasados para utilizar en el presente, consecución, optimismo y alegría.

Es el Ángel de la Oportunidad prometedora y es atraído por el color  verde  oscuro. 

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Inteligencia natural
Une el sendero 15 entre Netzah y Hod
Tiene relación con la letra Tzade , valor 90 , perfección, justicia, anzuelo
Color: amatista y toda la gama de violetas
Es la mujer de la Clave VIII
Es Venus, el lucero del alba y de la noche.
Es la guía que te conduce al Sol o a la Luna y te orienta como hizo con los
Reyes Magos, para que encuentres tu estado Crístico de conciencia.
Es una carta integradora que expresa: salud, curación, calma interior, como
si hubieras trascendido las barreras terrestres.
No marca caminos, como otras cartas, sino que expresa un profundo estado
de paz, tal como siente la Naturaleza tras una tormenta, razón por la que
aparece después de la Torre, e incluso en tiradas se encuentra tras ésta o
la Templanza. Suele indicar, cuando aparece, un final de crisis.
Es la inocencia desnuda. Nada la retiene. Es pureza, es la ingenuidad que
envía su energía a la tierra, a fin de que de fruto.
Es lo femenino, la mujer en el acto de gestación de algo nuevo, algo
esperanzador. Es como aquella persona que encerrada en sí misma, tal vez
en su torre, suelta lo que le sobra y se abandona a las influencias celestiales
que le proporcionan iluminación mística, por eso nos aconseja esta carta,
armonizarnos a los ritmos cósmicos.
Es la primera carta del Tarot en la que aparecen astros, y curiosamente la siguen El Sol y la Luna. Las estrellas tienen vida propia, y en el libro de Enoch 1, 72-73 podemos leer que un ángel, vela sobre cada una de ellas.
Nos indica también la creación: 7 días, 7 estrellas mas pequeñas que caminan hacia la más grande, la octava,
hacia el 8, la perfección, el equilibrio cósmico, el número templario de regeneración, el equilibrio que en nuestra Catedral, dos veces al año nos indica el 8.
Ocho son los rayos de la Rosa de los Vientos, los radios de una rueda, los pétalos de la flor de loto, los brazos de Visnú, y ocho es la forma octogonal de un templo nacional de educación espiritual en Yokohama, dedicado a ocho sabios del Mundo: Sócrates, Confucio, Jesús, Sanyamuni, Principe Shotumin VII, Kabo Dashi IX, Shinram y Nichuren XII. Representan la Sabiduría Infinita de toda búsqueda y de toda educación.
Siete es el número del Antiguo Testamento y Ocho del Nuevo. El pájaro Ibis que aparece sobre el árbol en la Estrella, es el símbolo de la Salud.
Es una carta preciosa, en cualquier lugar que aparezca, pues actúa como un centro de luz. Astrológicamente tiene relación con la casa V, la vida afectiva. Evoca también los misterios del sueño y de la noche.
La postura de la figura femenina es de entrega, no guarda nada para ella.
En Hebreo estrella es KOKAB , Cof, vau, cof, bet, 48, el mismo valor de la palabra MOAJ, cerebro. Tener luz propia podría indicarnos una relación con el pensamiento, cuya casa es el cerebro. También nos recuerda la octava Sephira: Hod-La Gloria.
Lo hermoso puede estar escondido también en la hermosura del silencio de la meditación…. de la mente……..
! busquemos….!

(Fuente: Purin Haro Rodrigo de Fortea- Centro de Estudios Angélicos)

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Ilusiones, sueños, esperanzas en nuevos proyectos y relaciones. Posibilidad de nacimientos (tanto de una nueva relación, de un trabajo, o de una nueva vida). Conexión con nuestra sabiduría interna, capacidad de comprender los símbolos que van más allá de lo cotidiano. Confianza, fe en la vida. (Miguel A. López Melgarejo).

 

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