Evolución Espiritual ¿Qué entendemos por ello?

Evolución espiritual_luz en el amanecer

……. El auténtico progreso en el camino espiritual tiene que ver con la experiencia de la paciencia y el entusiasmo por progresar, a pesar de las diversas pruebas de la vida, como la incomprensión de los amigos más cercanos y los infortunios, de los cuales tratamos de no culpar a Dios…”  S´ARANJASSA (Mallorca- España). Meditación a la entrada de la Gruta del Agua en S´Hostal d´en Pol.

Siete son los pasos de recorrido para nuestra evolución espiritual.

Una reflexión de una amiga de Camino nos da a entender que son puertas de luz que se nos van abriendo en nuestra consciencia y que deberemos ir comprendiendo y aplicando. Son niveles de consciencia que deberemos ir trabajando con nosotros mismos, estar siempre alerta, querer formar parte de la Verdad, superar las pruebas del camino, ser totalmente sinceros con nosotros mismos, ….y un largo etcétera para conseguirlo… y de nada nos serviría llegar a la última sin haber tomado consciencia de las anteriores, no entenderíamos nada…», es más, hasta quizás nos desviaríamos del camino porque no lo entenderíamos y eso nos puede confundir….

No cabe duda de que existen métodos de enseñanza por la palabra y por la acción, pero también existe la enseñanza silenciosa que se aplica innegablemente a personas de naturaleza abstracta. Una persona puede discutir durante horas, días y meses acerca de un problema que no puede ser resuelto, mientras que otra, mediante la comprensión interior, puede ofrecer una respuesta sin palabras en un instante. Éste es otro ejemplo del concepto de iniciación.

A la pregunta acerca de qué puede esperarse de una iniciación, ya sea bondad, salud, magnetismo, intuición o armonización psicológica, la respuesta es que ninguno de ellos pueden considerarse realmente resultados espirituales, no debiéndose buscarlos intencionalmente por el camino espiritual. Si uno desarrollara poder sin saber cómo usarlo, podría tener consecuencias desastrosas, en la medida en que hubiéramos desarrollado la habilidad de atraer lo bueno y lo malo sin saber quitarse de encima lo que pudiera ser dañino para nosotros o para los demás.

Los logros a obtener no deben ser considerados en el contexto de la iniciación. La meta es encontrar al Dios interior, y es para esa meta que uno recibe la inspiración y las bendiciones por el poder de la iniciación. Hay un tiempo para todo, también para la iluminación. El auténtico progreso en el camino espiritual tiene que ver con la experiencia de la paciencia y el entusiasmo por progresar a pesar de las diversas pruebas de la vida, como la incomprensión de los amigos más cercanos y los infortunios de los cuales tratamos de no culpar a Dios.

En el camino se requieren condiciones específicas, como una actitud de receptividad y la habilidad de asimilar tanto las enseñanzas aparentes como las silenciosas, grabando todas las experiencias en la mente, sin permitir que sean distorsionadas por las limitaciones de la razón. Aunque estas condiciones aparezcan inspiradas por el Espíritu de Guía, son sin embargo una expresión auténtica de democracia por ser revelaciones externas de la verdad más secreta.

En pocas palabras, constituyen una aristocracia del sentimiento en una democracia de la expresión.

LA OPORTUNIDAD DE LA INICIACIÓN

Como sabemos, el término iniciación es interpretado de diversas maneras por distintas personas. Algunos la consideran como un compromiso con una orden secreta y otros la entienden como una promoción a un grado superior. Éstas y muchas otras explicaciones similares forman un catálogo de malentendidos respecto al verdadero significado de la palabra iniciación.

Cuando uno o una comienza a sentir que hay algo detrás del velo, y desea hacer todos los esfuerzos posibles para develar ese misterio, entonces da el primer paso.

La iniciación puede ser comprendida de muchas maneras, según la disposición con la que uno o una enfrenta esa experiencia, pero entre las muchas definiciones posibles del término, una es la que lo asocia al concepto de iniciativa. Las iniciativas pueden ser materiales, culturales, religiosas o espirituales, entre otras muchas posibilidades, y se toman libremente. Sin embargo, el razonamiento muchas veces nos impide tomar una iniciativa que podría haber resultado exitosa.

Aunque el poder del razonamiento nos ayuda a llevar a cabo nuestros propósitos, muchas veces también nos impide tomar una iniciativa. Las iniciativas tomadas por las grandes almas creativas fueron poderosas porque no fueron trabadas por las dudas acerca de su resultado o la falta de convicción en cuanto a su valor.

Las iniciativas tomadas sin ninguna explicación lógica resultan de influencias recibidas, que pueden lamentablemente ser negativas, pero también muy positivas, como cuando son inspiradas por cierto conocimiento recibido o por la influencia de alguien inspirador.

Una iniciativa puede también tomarse por comprensión espiritual, lograda cuando el corazón se abre al llamado silencioso o por sintonizarse con alguien que uno o una respeta: ganado/a por su encanto, desea seguir su ejemplo.

También existe la confianza, la fe y la admiración. Pero más allá de toda confusión, el término iniciación significa dar un paso adelante, con esperanza y valentía, con convicción, y también, por supuesto, con honestidad y confiabilidad absolutas por parte de quien asume dicha responsabilidad.

Existen varios niveles de iniciación, por ejemplo:

Los que se toman con la ayuda de la guía interior, o por la ayuda de alguien en quien uno confía totalmente, o inclusive por admiración. Podrían entenderse estas primeras etapas como la etapa de la amistad con el guía.

Aunque uno pueda relacionarse con falsos gurús, nunca debe olvidar al maestro interior: nuestro propio yo sincero. Por ello tarde o temprano encontraremos la enseñanza verdadera. Al final, lo real vence a lo falso por el simple motivo de que la verdad es más real que la falsedad. Así como hay agua en las profundidades de la tierra, hay verdad en lo profundo de todas las cosas, verdaderas o falsas. En algunos casos hay que cavar más hondo que en otros, pero así como no hay lugar en el que no haya agua bajo la tierra, no hay profundidad de corazón sin verdad. Para quien cree en la guía correcta de arriba, ésta llegará siempre.

Los pasos siguientes en el sendero de la iniciación consisten en aprobar los exámenes de la vida, de los cuales a veces somos conscientes y a veces no. Enfrentamos todo tipo de pruebas, en las que debemos desplegar las cualidades de la fe, la sinceridad, la veracidad, la paciencia, la resistencia y la humildad, aunque a veces nos parezca irracional, extraño, sin sentido, poco amable y hasta quizás injusto.

Las iniciaciones posteriores despertarán la necesidad de meditar acerca de lo que uno o una ha descubierto en su relación con los demás, asimilando los resultados con comprensión, gratitud y entendimiento. Las que vienen luego resultan del propio ideal: cuanto más grande es, mayor el poder de la iniciación recibida. Tal iniciación es un fenómeno en sí misma porque el iniciado o la iniciada irradia entonces la luminosidad del ideal. Cuando uno o una realmente ve lo Divino en todas las cosas y en todos los seres, no hace falta decirlo; dicha visión se torna evidente.

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Allí donde el misticismo ha prevalecido por siglos, la iniciación siempre ha sido considerada como algo sumamente sagrado. El conocimiento divino nunca ha sido enseñado con palabras, y jamás lo será. La tarea del místico no es enseñar con palabras, sino sintonizar a quienes están abiertos con lo que se ofrece, de modo que el buscador se torne instrumento de Dios.

En otras palabras, el místico no es el intérprete del instrumento, sino más bien su afinador: una vez afinado, el instrumento es entregado al Divino Intérprete, cuya interpretación evidencia cada vez más claramente la música Divina. En este camino no hay reglas fijas para seguir, pues cada adepto es un instrumento diferente en la sinfonía Divina.

Hay sin embargo un principio básico general a aplicar en la vida de todos los involucrados: sinceridad en la humildad. La felicidad, que es el despliegue del ser interior, aparece como una expansión de la conciencia; se puede afirmar, en consecuencia, que el grado de avance en el camino está dado por la expansión del horizonte de la conciencia. Como el árbol cargado de frutos que se inclina más al suelo cuanto más abundantes son, el adepto se vuelve más humilde cuanto mayor sea su realización espiritual. El pretencioso no da frutos.

El iniciado o la iniciada sinceros difícilmente mencionarán la palabra iniciación: no sienten la necesidad de convertir a nadie al camino ni de lograr reconocimiento. Interrogados acerca de lo que se obtiene de los logros espirituales, sólo responderán: «tornarse más apto para servir a la humanidad». 

 (Fuente: Miguel Angel López Melgarejo)

¿Y simbólicamente qué nos dicen los Ángeles sobre este particular? …..ver enlace:

https://centroauri.wordpress.com/energias-de-luz/angeles-de-conciencia/

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